lunes, 14 de octubre de 2013

REFUNDACION COMUNISTA EL DISCRETO ENCANTO DE LA PEQUEÑA BURGUESÍA El fin de semana pasado se cerró el 11º congreso del Nuevo Espacio y en la oportunidad hicieron uso de la palabra los más connotados dirigentes del sector y además los jefes políticos e ideológicos del FA, a saber, el senador Rafael Michelini, el vicepresidente de la República Danilo Astori y el candidato a la presidencia por el FA, Tabaré Vázquez. Queremos referirnos por separado a las manifestaciones de cada uno de ellos, por lo que representan y por cómo nos aclaran algunos aspectos de su postura y nos ayudan a desenmascararlos frente a los trabajadores y el pueblo. Por un lado Vázquez, de quien ya conocemos su inclinación hacia los E.E.U.U., su postura anti-aborto y sus lazos con la masonería a los que ha sumado ahora también, sus vínculos con el Opus Dei, nos dice que “una nación no se construye con fogonazos épicos, sino con un tenaz trabajo de transformaciones sistémicas”. “No hay atajos”, sostuvo. El honorable miembro del empresariado médico nos quiere advertir con elípticas alusiones que la revolución es irrealizable y en todo caso, es sólo un sueño romántico y una bella utopía. El doctor Vázquez pretende oscurecer la historia de las revoluciones triunfantes, tanto las burguesas de los siglos XVIII y XIX, las proletarias de Rusia, China, Vietnam y Cuba y la insurgencia anticolonialista de toda África. Es verdad que la construcción de una nación como dice Vázquez es producto del tenaz trabajo, sobre todo de su clase trabajadora y de la inteligencia de sus líderes, pero nada de esto es posible sin los “fogonazos épicos” como lo es una revolución popular, para la cual también es necesario el tenaz trabajo de persuasión y de organización de un partido de la clase obrera. Que el doctor Vázquez se quede tranquilo, sabemos del trabajo tenaz, del cotidiano y gris para ganarnos el pan y también para organizar el fogonazo épico que tenemos por norte y guía: la revolución socialista y la sociedad del pan y de las rosas. El señor vicepresidente de la República, en tanto, se notó preocupado por la baja participación de los ciudadanos en la política, por “la caída de la militancia” y “el desencanto” entre los frenteamplistas. “No podemos ignorar esto, porque sin un bloque social y político sólido, nos va a resultar muy difícil transformar esta realidad”, afirmó. Advirtió que los cambios deben llevarse adelante con una “gran cohesión social”. Ay!, Danilo. En el diario “La Diaria” en su sección humorística: El faro del final del mundo, dicen que Danilo concluyó diciendo: “En resumen, venimos muy bien”. Y es una acertadísima crítica humorística por el absurdo. ¿Cómo pretende construir Astori este sólido bloque social y político para realizar su política de “….cambios”? Si todo su empeño, su horizonte, su fin, sus desvelos son para otorgar todos los beneficios posibles al capital trasnacional, quitándole obligaciones impositivas, alentándolo al saqueo y la explotación de nuestros recursos naturales y de nuestros trabajadores, y a pagar minuciosamente la maldita y malhabida deuda externa, mientras se le niegan recursos a la educación y la salud y los maestros y los funcionarios vegetan con salarios de hambre. ¿Cómo se logra este bloque social, entonces? Sencillo: no se logra, solo se consigue mediante la acción de la aristocracia obrera, apaciguando, menguando las manifestaciones de descontento, mientras a través de campañas mediáticas se demoniza la lucha y la organización de los trabajadores. Por lo tanto, señor Astori, vaya despidiéndose de su ilusión reaccionaria de embaucar a la clase obrera ya que ésta, más temprano que tarde, sabrá desembarazarse de los dirigentes que no la ayuden a alcanzar sus metas y lanzará al ruedo con más fuerza que nunca a sus nuevos jefes o a quien sepa ayudarla a construir un verdadero bloque social y político para alcanzar los objetivos de un verdadero gobierno obrero y popular. Por último, el senador Rafael Michelini que en su vida política lo único que ha hecho es lucrar con la portación del apellido, ya que todos honramos la memoria de Zelmar y su trágico asesinato a manos de la dictadura fascista. Este mediocre con aires de grandeza, consideró que el FA debe intentar un “gran acuerdo con los trabajadores que permita dar certezas de cuáles son las pautas y que nos evite esto, de estar trancando cada tanto”. “Pierden días con reivindicaciones, tienen derecho, (¡ahh, gracias a Dios!) pero queremos que vean toda la película y no solo una foto”, alegó. “No puede ser que perdamos días de clase para nuestros hijos cuando el salario docente ha crecido lo que ha crecido y sigue creciendo”, agregó. Al fin, el señorito mostró la hilacha. Para empezar habría que aclarar que este buen muchacho seguramente no mandó nunca a sus hijos o sus nietos a la escuela pública, entonces obviamente los colegios bien pagos donde concurren sus descendientes, no se han visto afectados por la lucha tenaz de los docentes. Siguiendo, es necesario aclararle al señor senador de la República que la clase obrera que sí manda a sus hijos a la escuela pública se solidariza con los maestros que deben educar a sus hijos y quiere que los docentes reciban un salario decoroso y no míseras migajas del presupuesto mientras se destinan millones al pago de la deuda externa. La educación del pueblo, a través de la escuela pública, es un derecho sagrado que los trabajadores han sabido defender en toda circunstancia y lo seguirán haciendo, tenazmente como lo quiere Vázquez, y en esa defensa está incluido el salario digno de los docentes. Es preciso aclarar también que los maestros ya han visto la película completa y no solo la foto. Esta película incluye a encumbrados dirigentes políticos, provenientes de la pequeña burguesía que se entregan con armas y bagages al capital financiero trasnacional y pretenden encorsetar a los trabajadores, encolumnándolos detrás suyo en esta cruzada hacia el pantano. Las capas medias aún están obnubiladas con este proyecto. Los trabajadores comienzan a darle la espalda al proyecto y a los dirigentes que enarbolan estas banderas. Los comunistas, los activistas obreros, los intelectuales honestos deben dar su palabra. No hay lugar donde esconderse. Es preciso definir con claridad el rumbo: o seguimos a la cola de un proyecto entreguista al capital extranjero, dirigido por Vázquez, Astori, los Michelini de todo pelo, o somos capaces de encontrar otro camino que nos lleve a un verdadero gobierno obrero y popular. Nosotros hemos comenzado ya un trabajo de concertación de esfuerzos a través de la conformación de Confluencia comunista-socialista en el marco de la unidad popular. Convocamos desde aquí a los militantes comunistas y socialistas, a los activistas obreros a conjuntar esfuerzos hacia la conformación y consolidación de la fuerza social y política que nos ayude a conquistar un gobierno obrero y popular.

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